Gran parte de mi vida se puede bien resumir por esta foto.

Un reverendo desmadre.

Mucha de mi vida ha transcurrido en la carretera, viajar es parte de mí, no concibo un fin de semana sin desplazarme por la carretera, la negra, la sin fin, la cometiempo y separafamilias como bien le dicen los traileros.

Siempre siento un gran placer al llenar el tanque y tomar la pista con el fin de llegar a un lugar, a cual? No lo sé, siempre es diferente, a veces me gusta el desierto, a veces la montaña, la playa, depende de quién me haga compañía.

Tengo sueño? Me detengo y duermo.

Pero este fin de semana me ha dado cuenta de que muchas de las cosas que debería hacer a un lado no las hago y se van acumulando en la parte trasera de la camioneta, tal cual como sucede con mi vida.

Partes de coches que he vendido, material para mi negocio de vending, dulces que compro en el Chedraui porque ahí me salen mas baratos (también para el vending), botas para el baile de Ramón Ayala, la Clié, funda para la cámara, servilletas usadas del Starbucks en el descansabrazos, caja con papeles, ropa, en fin todo lo que un hombre necesita para entretenerse el fin de semana.

Es por eso que mi vida transcurre con tanta lentitud, trato de disfrutar cada segundo de la misma y conocer un poco mas del mundo. Lo que tengo mas a mi alcance. Muchas personas no acaban de entender mi estilo de vida.